Hoy es

Votar: Ayer, hoy y mañana



La idea de que la clase política constituye una casta que vive al margen y a costa del pueblo se está extendiendo entre la ciudadanía como una gran mancha de aceite.
Esta sensación de enajenación colectiva podría generar, a su vez, una actitud de desconfianza o de indiferencia popular nociva e indeseable que habría de reflejarse en una abstención masiva en las elecciones.
Votar o no votar. El derecho al voto es una conquista social que obliga moralmente al ciudadano a acudir a las urnas, pues, a pesar de las imperfecciones de los procesos electorales, (donde sin duda serían deseables las listas abiertas y una mejor valoración de los resultados), estos, siguen siendo el fundamento de una sociedad democrática, armónicamente estructurada.
El voto es un acto de gran trascendencia personal y social. El ciudadano ha de meditarlo y realizarlo sin dejarse arrastrar por cantos de sirena, ni propagandas publicitarias, ha de resistirse a ser rehén de circunstancias condicionantes que lo anulen como persona.
Únicamente de este modo, con una participación electoral amplia y responsable, podrá esperarse una clase política que represente al pueblo de forma auténtica y verdaderamente democrática.

José Luis Mediavilla Ruiz