Hoy es

Mineros de la Cuenca del Nalón





DE 1900 A 9 DE MARZO DE 1967

En 1901 había en Asturias unos 12.000 mineros (1.000 mujeres y 2.200 niños incluidos) de los que unos
2.500 estaban afiliados a la UGT (Unión General de Trabajadores) En 1906 se produce en Mieres la
denominada huelgona, huelga que duró dos meses y en las que los mineros sufrieron una gran derrota y al
volver al trabajo se hizo una selección quedando la organización socialista desmantelada.
En 1905 la producción en Asturias fue de 1.900.000 toneladas divididas en:
417.000 de Hullera Española, 222.000 de Duro−Felguera, 377.000 de Fábrica de Mieres, 155.000 de Hulleras
del Turón, 280.000 de Unión Hullera y el resto de pequeñas empresas.
Al año siguiente la producción aumenta hasta 2.200.000 toneladas manteniéndose sin aumento hasta 1914.
Durante la primera guerra mundial el carbón asturiano vivió su época dorada, ya que la competencia del
carbón inglés casi desapareció (del 42% en 1913 al 8% en 1918) En 1918 la producción fue de 3.400.000
toneladas. Los empresarios aumentaron los precios al no tener competencia, y si, en 1914 la Duro−Felguera
ganaba 2,5 millones de pesetas, en 1918 la ganancia fue de 17,6 millones. Sin embargo esto no supuso
mejoras en el trabajo, ya que mientras que en Alemania en 1919 el 90% de la producción estaba mecanizada y
el 70% en Francia, aquí todavía se usaba la mano de obra humana.
Al finalizar la guerra el carbón inglés volvió a la península y el asturiano volvió a caer pasando en 1919 a
2.925.000 toneladas y en 1922 a 2.500.000 toneladas. Durante los años veinte el carbón asturiano vuelve a
tener la hegemonía en el mercado nacional gracias a que el Directorio Militar de Primo de Rivera obligaba al
consumo de carbón español en todas las industrias, así en 1923 la producción era de 3.780.000 toneladas y en
1929 de 4.815.000 toneladas.
En 1932 el gobierno republicano−socialista ratifica la obligatoriedad del consumo de carbón nacional y en
1935 el gobierno de la CEDA lo refuerza.
El movimiento obrero de esta época se articula a partir de 1910 con la fundación del S.O.M.A. (Sindicato de
Obreros Mineros de Asturias) por Manuel Llaneza. Este sindicato se caracterizó por tener un organigrama
democrático, centralizado, una gran caja de resistencia y una practica sindical pragmática y negociadora. En
1919 el 84,5% de los mineros (unos 28.883 de los 34.000) estaban afiliados a este sindicato.
Por su parte la CNT (Confederación Nacional del Trabajo) era mayoritaria en el sector metalúrgico y no
consiguió implantarse en el sector minero. Su táctica era la acción directa y la huelga revolucionaria.
El tercer modelo era el sindicalismo católico, apoyado por el clero y la patronal. En la zona de Aller logro
influencia gracias al apoyo del Marqués de Comillas.
Si a principios de siglo había 12.000 mineros, en 1913 la cifra era de 17.800 y de 34.000 en 1920. Los
promedios de los salarios pasaron de las 4 pesetas en 1913 a las 11 pesetas en 1919. Pero también se
encarecieron los artículos de primera necesidad.
El 25% de los mineros entre 1914 y 1934 eran procedentes de Galicia y de Castilla, pero seguía predominando
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el minero asturiano que tenia tierras propias que cultivar.
En el verano de 1917 las fuerzas antimonárquicas desencadenan un movimiento contra el sistema de
Restauración, solicitando la reforma de la Constitución, pero fracasan y la UGT y CNT convocan una huelga
general revolucionaria pero interviene el ejército y la represión se cebó con los trabajadores, además la
patronal aprovechó para bajar los salarios un 10%. A pesar de este fracaso, la huelga demostró el poder de los
sindicatos y en las elecciones generales de 1918 sale elegido diputado por Asturias el socialista Andrés
Saborit. Dos años después los socialistas consiguen 49 concejales en los concejos de la zona central. Desde
1918 Manuel Llaneza ocupó la alcaldía de Mieres, y en 1923 fue elegido diputado a Cortes por la
circunscripción de Oviedo.
En Octubre de 1919, tras una semana de huelga, 30.000 mineros consiguen que el Gobierno implante la
jornada laboral de 8 horas para el exterior y de 7 horas para el interior de las minas.
Pero al finalizar la Primera Guerra Mundial el sector minero asturiano sufre un retroceso pues hay que vender
los stocks acumulados y esto supone una reducción en los salarios de un 20%. Se convoca, contra esta
política, una huelga que va desde el 20 de Mayo hasta el 4 de Agosto de 1922, pero no se consigue nada y en
1923 los mineros se reducen hasta quedar en 29.800.
Tras el golpe de estado del general Primo de Rivera el S.O.M.A. vuelve a ser protagonista, y en Octubre de
1923 el dictador llama a su despacho a Manuel Llaneza y le ofrece un pacto que, a cambio de la paz social se
compromete a restituir las conquistas laborales de los mineros en los años anteriores. Pero a partir de 1928 se
reinician los movimientos reivindicativos ya que la patronal incumple el pacto.
Tras proclamarse la Segunda Republica el S.O.M.A. cuenta con 15.000 afiliados mientras que el SUOMA, de
mayoría comunista pero adscrito a la CNT, cuenta con 9.000 afiliados. En Agosto de 1932 el Ministerio de
Trabajo, dirigido por Francisco Largo Caballero, decreta mejoras en la legislación laboral de los mineros
como la ley de accidentes o la semana de vacaciones. Este año el S.O.M.A. alcanza los 21.000 afiliados y el
SUOMA los 10.000.
Después de la victoria de los partidos de centro y derecha en las elecciones de 1933, el S.O.M.A. y la CNT se
van acercando hasta la firma del pacto de Alianza Obrera en Marzo de 1934. Desde Febrero hasta Septiembre
de este mismo año las huelgas se suceden, llegando a convocarse 6 generales y 30 locales.
El 4 de Octubre de 1934 el Comité Ejecutivo Federal del PSOE decreta una huelga general en toda España
como protesta de la entrada en el gobierno de ministros cedistas (pertenecientes a la CEDA) Pero en Asturias
se convierte en una insurrección armada dirigida por el Comité Ejecutivo de la Alianza Obrera. Durante
quince días las fuerzas del PSOE, UGT, CNT, PCE y BOC toman el poder en el centro de la región
organizando un Estado Revolucionario. El Gobierno Central envía a la Legión y a los Regulares moros a
sofocar a los revolucionarios asturianos. Durante dos semanas se llevan a cabo encarnizados combates hasta
que los mineros asturianos deponen las armas. La represión se adueña de las cuencas mineras y unas 10.000
personas son encarceladas, siendo cientos los torturados y ejecutados.
Esta represión hace que los partidos de izquierdas se unan formando el Frente Popular, que ganaría las
elecciones de Febrero de 1936. pero un grupo de generales organizan un golpe de estado que culmina con la
Guerra Civil Española del 18 de Julio de 1936 al 1 de Abril de 1939.
En Asturias la guerra civil alcanzó una gran virulencia debido al rencor existente desde la revolución de
Octubre del 34, siendo la segunda región con mayor numero de muertos. Asturias resistió hasta octubre de
1937, fecha en la que los militares nacionales ocupan la región y comienza una brutal represión: unos 4.000
ejecutados y más de 30.000 encarcelados, constituyendo los mineros la mayor parte de ellos. Cabe destacar la
matanza del pozo Fúneres donde fueron asesinados 22 socialistas.
Nada mas ocupar Asturias el Gobierno de Burgos declaró prioritario restablecer la extracción del carbón
creando para ello la Junta Técnica del Estado para las Minas de Carbón. Se militarizó a todo el personal de las
minas y se amplió la jornada laboral dos horas sin paga.
Hasta 1948 los maquis actuaron en Asturias, pero a partir de ese año y viendo que la dictadura iba a continuar
el PSOE y el PCE deciden cesar en la lucha armada.
Mientras esta represión tenia lugar la minería del carbón en Asturias alcanzaba sus mejores años. En 1941 se
crea el INI (Instituto Nacional de Industria), con la intención de independizar la economía del mercado
exterior.
Después de los primeros años, Girón de Velasco, Ministro de Trabajo, volvió a aprobar medidas asistenciales
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que ya existían antes de la Guerra (seguros, economatos, orfanato minero, viviendas sociales, etc.) La
producción pasó de 5.590.00 toneladas en 1940 a 7.580.000 en 1959, pero esto se pagó con un alto numero de
muertes ya que entre los años 1941−59 hubo 1.570 mineros muertos, es decir, un muerto cada 300.000
toneladas de carbón extraído. También aumenta el número de mineros que pasa de 30.000 en 1940 a 52.000
en 1958, el máximo número de mineros en toda la historia de la minería asturiana.
Hasta los años sesenta la minería asturiana vivió una buena época, pero a partir de esta década, la crisis
comienza a hacerse patente y los empresarios piden al Gobierno la nacionalización de sus empresas ya que las
perdidas económicas eran enormes.
La solución fue la entrada del INI en el sector hullero, creándose el 9 de Marzo de 1967 Hulleras del Norte
Sociedad Anónima (HUNOSA) con un capital inicial de 3.380 millones de pesetas dividiéndose las
aportaciones de esta manera:
El 77% el INI Un 6% Hullera Española
Un 10% Duro−Felguera El 2% Fabrica de Mieres
El 5% restante lo aportó: Carbones Nueva Montaña, Carbones Asturianos, Industrial Asturiana, Industrial
Minero−Astur, Hulleras del Turón, Hulleras de Veguín y Olloniego, Hullasa, Minas de Langreo y Siero y
otras.